El caballo
En el que frenética,
jineteaba la muerte
cruzó, sin iluminarla,
repentino, misterioso,
la oscura noche del
nueve de mayo.
Cómo duele tu ausencia
de la vida,
amigo y compañero!
Tu improvisado viaje,
viaje atormentado,
al galope, tras la muerte,
entenebreció mas la noche
y asesinó la esperanza,
haciendo sosa, desteñida y lánguida
aquella cruel mañana.
Tu vida amable, rebosante,
la mirada atónita
de un niño
al más allá
quedando petrificada
en tu mueca de angustia
y llanto
Cómo duele tu ausencia
de la vida
amigo y compañero!.
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